Sabemos que, para quienes sufren de comer compulsivamente, uno de los desencadenantes más incómodos de una comilona es volver a la casa parental para los ñoquis o el asado del domingo. Para muchos es como el interruptor de la luz. Un cambio brusco pone a la persona en modo comer compulsivamente.
¿Cómo prepararte psicológicamente para el asado del domingo?
- Sabé que vas a sentir emociones fuertes.
- Sabé que vas a escuchar cosas con las que no estás de acuerdo.
- Acordá con vos misma qué, si necesitas, vas a irte a otra habitación a respirar tranquilamente hasta calmarte.
- Acordá con vos mismo que no vas a llegar a lo de tus padres y automáticamente, sin pensarlo, ir a escanear la heladera.
- Vas a mirar toda la comida que hay y ponerte en el plato, sin culpa, lo que más te gusta.
- Vas a masticar tranquilamente.
- Si es necesario dirás que hoy no vas a hablar de dietas ni de peso.
- Vas a prestar atención a tu cuerpo para ver cuándo se siente satisfecho.
- Y si estás satisfecha, pero querés más, te llevas de lo que te gusta para la próxima vez que sientas hambre.
- Contáme cómo te fue en tu próximo asadito. Todo lleva práctica en la vida. Esto también!